Año 1995
La tranquilidad que ofrece el paisaje, el agua del río que fluye sin prisa, el color del cielo ligeramente más oscuro, las hojas de algunos árboles que ya empiezan a colorearse en ámbar y a caer sobre la hierba, mientras otros todavía conserban su verdor...
Todo refleja el colorido del otoño y la melancolía de un paseo solitario en armonía con la naturaleza.